Querido desconocido.

Paseando por recuerdos de atrás. Nada llega a su límite. Contamos hasta diez para no ver este mundo imperfecto. Cada cosa con su adjetivo. Cada persona con su ilusión. Arriesgue cada paso como único. Te pinte cada día con una sonrisa. No admito, no asimilo, perder esta historia sin termino medio. Emborraché mis deseos. Jugue varias partidas malas. Llegas a ese punto de que te arrepientes de no mirar atrás. Fue tu debilidad, tu sonrisa al despertar, tus lágrimas. Mil historias resultan idiotas. No entiendo porque todo lo debemos de complicar. Ser feliz es más fácil de lo que todos pensamos. Soñamos al límite de vivir. Corremos cuando hay tiempo de sobra. Gritamos cuando nadie nos va a oir. Ponemos límites, por miedo  a seguir. Y que tal si te digo que esa persona fue y será el motivo de tu sonrisa. Que soñabas un despertar con ella. No quiero limites, no quiero excusas. Creímos olvidar como ingenuos. La palabra olvidar no tiene sentido, nunca se realiza.

Querido desconocido, no dejes atrás lo que quieres que valla delante de ti. Malos días, son mejores que arrepentirte. Sonrisas pérdidas son recompensadas.