El juego se terminó, ojos que empiezan a mostrar seriedad. Pensamientos compartidos. Noches llenas de dulzura. Locuras que desatar. Son las cuatro de la mañana y me paro a escribir dejándome llevar por la noche. Esta debilidad me está matando. Camino por la fría arena imaginando viejas poesías. Nadie detendrá está locura que está comenzando. Quien dijo que habría limites. Paseo por las calles pensando que te encontraré. Chocaremos y nuestras sonrisas se rozaran. Nuestras lenguas jugaran en compás. Al fondo la música se escucha, se nota que no soy la única que quiere jugar esta noche. Lucho con muros que no existen. Me entra la felicidad sabiendo que tú estás cerca mio. Quién nos comprenderá amor, tu envolviéndome y yo dejándome llevar. Si me aloco no es mi culpa, es tuya. Si me entraron las ganas de disfrutar, tu me las devolviste. Niño hoy me gustaría ser tu fantasía.
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